La palabra y la acción inmortalizan a quienes crean, Carlos vivirá siempre porque dejó pedacitos de su alma aquí y allá; entre su familia, entre quienes lo amaban, entre quienes hacía sonreír y hacía soñar. Carlos se fue, sí y su partida dejará una herida profunda y permanente entre quienes tuvimos el placer de conocerle, sin embargo, todo aquello que él creó se quedará entre nosotros y es por ello, por la palabra, por los recuerdos y por las promesas que permanecerán flotando entre los mundos que él siempre vivirá.
Carlos escribió una vez:
«Tú no lo sabes,
aunque imaginas
que mis sueños y mis alas
han dejado de permanecer a los muertos»
Y tenía razón, ahora sus sueños y sus alas nos pertenecen a todos. Quienes conformamos Espacio Libre, Sueño Colectivo y la Ciudad de los Violines te recordaremos siempre con admiración, respeto y cariño.
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