10 de junio: ¿conmemoración marginal?
Profesor Miguel Angel.
Éramos solo un puñado, posiblemente no llegábamos ni al medio millar.
Como cada año, la marcha era encabezada por el camión guinda y blanco que transporta el equipo de sonido; metros atrás caminaba el Comité 68, seguido de pequeños contingentes del PCM (Partido Comunista Mexicano), Atenco, Sindicato Estudiantil, CNE, Normal de Tenería, Colectivo Pan y Rosas, y un representativo de la CNTE en esta ocasión, la Sección XVIII.
Un momento emotivo dentro de la marcha, se vivió cuando, desde un evento artístico que se desarrollaba en el bajo puente de circuito interior, a un costado de lo que fue el Cine Cosmos, la persona que conducía el evento empezó a corear: “10 de junio no se olvida es de lucha combativa”.
Al llegar a revolución, la marcha se había engrosado con nuevos contingentes.
En ocasiones anteriores he abordado las causas de la movilización estudiantil de 1971 y su contexto, por lo cual sólo puntualizaré, para su recuerdo, algunos elementos:
Después de 47 años, la conmemoración de la masacre se ha vuelto marginal; cada año la marcha es más pequeña y la participación de grupos estudiantiles casi nula.
Sería ocioso tratar de explicar esta situación: falta de trabajo político de los colectivos, escuelas paralizadas por fin de semestre y/o vacaciones, falta de difusión, etcétera.
Así que ahora, ya en casa después de marchar, mi cigarro se consume paulatinamente y mientras el humo se eleva creando caprichosas formas de recuerdo, pienso: ¿10 de junio, no se olvida?